martes, 15 de febrero de 2011

Rapid Eye Movement

Antes de que esta maraña de asfixiante hilo negro cubriera mis ojos, existió una oscuridad tan serena que bastaba con que sobrevolara un centímetro de mi piel para dejarme sin aliento. Hablo de aquella que jamás existió , pero que para mí fue tan real como real puede ser el más glorioso de los sueños.

La atmósfera de este delirio era el superlativo de lo etéreo. No parecía existir aire alguno, sin embargo sentí oxigenarse cada célula de mi cuerpo.
Qué decir cuando, de pronto, la estancia no estaba vacía, sino impregnada de una presencia que convirtió la por aquel entonces sutil luz en la deliciosa penumbra antes mencionada. El tópico de que la realidad puede desvanecerse en determinados momentos se demostró con hechos, y ya sólo quedaba la magnífica presencia, la solemne oscuridad, el imperceptible aire, y yo.
De pronto; una respiración. Inspiración profunda, seguida de una expiración que trajo consigo, como por arte de magia, una melodía que sentí conocer desde siempre. Ahora la estancia si que estaba llena, pero nada parecía pesar sobre nosotros. Los movimientos de ambos eran fluidos, pero acompasados, como si todo estuviera previamente ensayado, pero con la naturalidad propia de quien improvisa. Flotábamos. La oscuridad se difuminó de manera tan precisa y sutil que, aún sin que dejara de arroparme, pude ver a través de ella. Allí estaba; simple y jodidamente perfecto.

No voy a negar que dediqué mi más sincera sonrisa de agradecimiento al gran Morfeo aquella mañana.

domingo, 13 de febrero de 2011

Muerdo el agua por tí.

sábado, 12 de febrero de 2011

¡Sálvese quien pueda!






Tengo que /necesito /me muero de ganas de escribir, pero creo que ya me expreso demasiado.

lunes, 7 de febrero de 2011


- Hola, quería una de putadas, por favor.
- ¿Para comer aquí o para llorar en casa?

domingo, 6 de febrero de 2011

Quédate.







Rebuscando entre viejos cuadernos y diarios infantiles, topé de golpe con un inesperado escrito que me hizo replantearme qué nivel de madurez había alcanzado aquella niña con una letra reprobable y alguna tilde mal puesta. Aquella niña era yo; cuando solía ser aquella pequeña desconocedora (y desconocida) con los rizos desordenados y la sonrisa fácil.
En él hablaba sobre las personas, pero no cualquier persona, sino aquellas que me rodeaban en ese momento. Una frase sentenció y poco menos que predijo mi vida actual ''Ellos son los que se quedan, y los que realmente importan''.
A pesar de mi corta experiencia en aquel momento, mi ingenuidad y mi creencia de que realmente algo podría crecer exponencialmente hasta el infinito, tuve razón en ciertas cosas, y esas cosas se hacen hoy en día patentes en la presencia de esas personitas que tanto estimo; (también conocidas como ''personitas indispensables para vivir''). En la ausencia de otros tantos, en las cicatrices de algunos y en las heridas aún abiertas de unos pocos (muy pocos).
Y aunque en su día aquel escrito fuera tan acertado, me pregunto si en la actualidad podría hacer alguno tan exacto como aquello. Así que me propuse hacerlo, y que el tiempo diga.
Sin embargo, actualmente me es bastante difícil. Con el tiempo, y sobre todo con los golpes, cada día nos arriesgamos menos, sobre todo a hacer cábalas de esta índole.
Gracias a este fortuíto hallazgo ahora no puedo evitar que salten preguntas de manera casi irrefrenable de un lado a otro de mi cabeza...¿qué pasa con aquellas personas que decidieron volver ? ¿realmente piensan que se han quedado?...Y ahora ¿ qué pasa exactamente con los que están de paso? ¿Acaso duele menos actualmente? ¿Acaso sabrán algún día que lo que realmente queremos es que entren... y que se queden?

jueves, 3 de febrero de 2011



Complicado. Jodídamente complicado, difícil, intrincado, desconcertante y todos los sinónimos posibles. Desgarradoramente ilógico y contradictorio; deliciosamente contradictorio.