De hecho...Me equivoco y soy egoísta.
Y lo digo en primera persona; cosa que no todo el mundo se atreve a hacer.
No es nada fácil. No podemos ir por ahí haciendo el bien continuamente, ni pensando sólo en los demás. La vida nos jode, nos hiere, y queremos que nos quieran, que nos cuiden, que nos protejan. A nosotros, y sólo a nosotros. Como cuando eramos pequeños y un ínfimo rasguño en la rodilla era excusa para mimos intensivos. Y para prolongarlos todo el tiempo que seamos capaces de seguir gimoteando.
Y no hay más ciencia.
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